lunes, 30 de septiembre de 2013

EL CORREO


Entre los indios del Perú, los correos llevaban sus mensajes corriendo por los caminos de las montañas. Cuando llegaba a un lugar, el correo pasaba el mensaje a otro. El nuevo correo continuaba corriendo. El mensaje se pasaba de un correo a otro hasta llegar a su destino.



En China y Roma se usaba el caballo como medio mas rápido.Al final de cada trecho había una estación de posta en donde se cambiaba de caballo.El mensaje se trasladaba con mucha rapidez.


Los árabes utilizaron un eficaz servicio mediante una red de torres.Cuando una torre recibía un mensaje, encendía una lumbre y hacia unas señas.Los árabes podían hacer que un mensaje fuera de una ciudad a otra o atravesar España en un solo día.  

El servicio postal moderno nació en Inglaterra en 1840. Allí se invento también el sello de correos. Las cartas son transportadas en tren, automóvil, barco o avión. Este sistema permite una gran rapidez para el envió de cartas o paquetes de una ciudad a otra.

viernes, 27 de septiembre de 2013

EL COJO Y EL CIEGO

Un cojo y un ciego caminaban juntos, con dirección a un pueblo cercano al suyo, donde tenían que resolver, a una hora determinada, algunos asuntos de familia.


Llegaron a un río, que por lo general podría cruzarse fácilmente, ya que su caudal era  de un régimen irregular, porque el mayor tiempo del año solía encontrarse seco.Pero debido a una intensa lluvia caída la noche anterior al viaje de ambos, hizo que su caudal aumentara.!Que fatalidad¡, dijo el cojo, con esta corriente no podre cruzar el río, de ningún modo podría sostenerme con la única pierna que me queda.


El ciego, que podía oír perfectamente el estruendo del agua, comento en cambio: mis piernas son fuertes, yo si podría cruzar, pero como no veo, temo caer en una poza ahogarme sin remedio.



Los dos se lamentaban de su mala suerte, ya que si daban un rodeo para llegar a un puente, distante de donde se encontraban, perderían mucho y llegarían tarde al pueblo, donde les esperaba los asuntos familiares por resolver.



Pero el cojo tuvo una idea y luego agrego: si nos unimos podemos cruzar. 



-COMO, pregunto el ciego.

-Tu me cargas, porque tus fuertes piernas aguantaran mi peso, y mis buenos ojos te guiaran con destreza, respondió el cojo.


Al ciego le pareció buena la idea.Entonces, ni corto ni perezoso cargo sobre sus hombros al cojo, y de inmediato se adentro en el río.